La música del Clasicismo tomó como objetivos la sencillez melódica, la claridad, la proporción y la elegancia.
Perdió la afinidad que hasta entonces había mantenido con la arquitectura y buscó el paralelismo con la poesía y el drama, merced a la aparición de la forma sonata y el desarrollo dramático de la misma.
El Clasicismo constituye el último de los periodos artísticos de la música occidental que puede ser contemplado como un estilo cohesionado, con límites claros y un lenguaje propio e inconfundible.
Sus inicios se remontan aproximadamente al año 1700, en pleno Barroco, y su influencia perdura hasta bien entrado el siglo XIX.
Sus principales exponentes son Haydn, Mozart y el primer Beethoven.
Perdió la afinidad que hasta entonces había mantenido con la arquitectura y buscó el paralelismo con la poesía y el drama, merced a la aparición de la forma sonata y el desarrollo dramático de la misma.
El Clasicismo constituye el último de los periodos artísticos de la música occidental que puede ser contemplado como un estilo cohesionado, con límites claros y un lenguaje propio e inconfundible.
Sus inicios se remontan aproximadamente al año 1700, en pleno Barroco, y su influencia perdura hasta bien entrado el siglo XIX.
Sus principales exponentes son Haydn, Mozart y el primer Beethoven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario